lunes, 17 de marzo de 2014

Sueños Surrealistas.

Una de estas noches en las que las vueltas en la cama son la emoción de la noche, en las que te empiezas a dar cuenta de que los sueños no siempre tienen porque tener su lógica. Y es que el sueño de ese día fue demasiado raro, para una niña de tan solo 10 años.
Todo empezaba en una casa, como no, para ser de una niña de 10 años, todo era perfecto; la casa rosa con su príncipe esperándola, un vestidor enorme lleno de vestidos que siempre había querido tener, un cuarto enorme, una piscina inmensa... Para ella su vida en ese momento era la vida que toda princesa tenía; una vida de color rosa. Pero todo parecía demasiado perfecto, y las cosas perfectas mal acaban, era el dicho que le decía su madre. Lo dicho, la casa tenía una tensión que para ella le resultaba algo raro, aquel camino oscuro que llevaba a un lugar donde no se podía distinguir nada le causaba interés y es que esa niebla tan densa sinceramente le daba un toque bastante terrorífico. Se decidió a entrar, las cosas detrás de la niebla no eran muy normales,eran cosas tan inventadas que ni ella misma se lo podría llegar a creer, palabras en el viento, voces que le susurraban, conejos que le hablaban...Tras el largo camino que tuvo que recorrer para llegar a aquel pequeño puentecito que la llevaría hasta el lago sin rumbo, tuvo que correr, gritar y hasta llorar, sentía toda la presión que un día sintió su madre cuando tuvo que luchar por la vida y alimentación de su hija, todo eso lo estaba viviendo en ese momento Alba; hasta que ese puente llegaría a ser la salvación que fue para su madre y lo será para ella, un lago en el que es posible olvidarse de todo, el lago que la llevaría a otro mundo. Y justo esa noche fue cuando Alba, aquella niña que vivía su mundo de color de rosa, nunca volvió a aparecer mas.

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