Este cuadro me ha llevado a reflexionar bastante sobre las etapas en las que en algún momento de tu vida puedes llegar a vivir.Es como un círculo donde momentos en los que llegas a estar; el sufrimiento de una persona, la alegría de otra por llegar a cumplir algo que deseabas como el deseo de querer formar una familia, tener a una persona con la que pasar parte de tu vida...El centro del laberinto es la felicidad máxima, ese momento en el que parece que los problemas desaparecen, pero, que con el paso del tiempo, te das cuenta que por mucho que te encuentres en ese extremo de felicidad los problemas seguirán ahí. La felicidad que representan los niños llega a describir la inocencia en la infancia, su tranquilidad, su alegría, y el hecho de que en momentos de tu vida quieras volver a vivirla.Una mujer solitaria que posiblemente este sola en el camino que le queda y que solo le quede poder ver el crecimiento de la planta. En la pintura podemos ver pequeños símbolos como serpientes que pueden llegar a representar la fobia de la pintora. En un extremo del círculo podemos ver los pies de un niño que representa todas las etapas que le quedan por vivir. Y, en el centro, en mi opinión, se hace un autorretrato, en el que como bien he dicho antes ya que el centro es la felicidad máxima, siente esa etapa al momento de pintarlo.
Me ha gustado bastante el hecho de representar etapas de la vida que marcarán tu existencia.
lunes, 31 de marzo de 2014
lunes, 17 de marzo de 2014
Sueños Surrealistas.
Una de estas noches en las que las vueltas en la cama son la emoción de la noche, en las que te empiezas a dar cuenta de que los sueños no siempre tienen porque tener su lógica. Y es que el sueño de ese día fue demasiado raro, para una niña de tan solo 10 años.
Todo empezaba en una casa, como no, para ser de una niña de 10 años, todo era perfecto; la casa rosa con su príncipe esperándola, un vestidor enorme lleno de vestidos que siempre había querido tener, un cuarto enorme, una piscina inmensa... Para ella su vida en ese momento era la vida que toda princesa tenía; una vida de color rosa. Pero todo parecía demasiado perfecto, y las cosas perfectas mal acaban, era el dicho que le decía su madre. Lo dicho, la casa tenía una tensión que para ella le resultaba algo raro, aquel camino oscuro que llevaba a un lugar donde no se podía distinguir nada le causaba interés y es que esa niebla tan densa sinceramente le daba un toque bastante terrorífico. Se decidió a entrar, las cosas detrás de la niebla no eran muy normales,eran cosas tan inventadas que ni ella misma se lo podría llegar a creer, palabras en el viento, voces que le susurraban, conejos que le hablaban...Tras el largo camino que tuvo que recorrer para llegar a aquel pequeño puentecito que la llevaría hasta el lago sin rumbo, tuvo que correr, gritar y hasta llorar, sentía toda la presión que un día sintió su madre cuando tuvo que luchar por la vida y alimentación de su hija, todo eso lo estaba viviendo en ese momento Alba; hasta que ese puente llegaría a ser la salvación que fue para su madre y lo será para ella, un lago en el que es posible olvidarse de todo, el lago que la llevaría a otro mundo. Y justo esa noche fue cuando Alba, aquella niña que vivía su mundo de color de rosa, nunca volvió a aparecer mas.
Todo empezaba en una casa, como no, para ser de una niña de 10 años, todo era perfecto; la casa rosa con su príncipe esperándola, un vestidor enorme lleno de vestidos que siempre había querido tener, un cuarto enorme, una piscina inmensa... Para ella su vida en ese momento era la vida que toda princesa tenía; una vida de color rosa. Pero todo parecía demasiado perfecto, y las cosas perfectas mal acaban, era el dicho que le decía su madre. Lo dicho, la casa tenía una tensión que para ella le resultaba algo raro, aquel camino oscuro que llevaba a un lugar donde no se podía distinguir nada le causaba interés y es que esa niebla tan densa sinceramente le daba un toque bastante terrorífico. Se decidió a entrar, las cosas detrás de la niebla no eran muy normales,eran cosas tan inventadas que ni ella misma se lo podría llegar a creer, palabras en el viento, voces que le susurraban, conejos que le hablaban...Tras el largo camino que tuvo que recorrer para llegar a aquel pequeño puentecito que la llevaría hasta el lago sin rumbo, tuvo que correr, gritar y hasta llorar, sentía toda la presión que un día sintió su madre cuando tuvo que luchar por la vida y alimentación de su hija, todo eso lo estaba viviendo en ese momento Alba; hasta que ese puente llegaría a ser la salvación que fue para su madre y lo será para ella, un lago en el que es posible olvidarse de todo, el lago que la llevaría a otro mundo. Y justo esa noche fue cuando Alba, aquella niña que vivía su mundo de color de rosa, nunca volvió a aparecer mas.
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